El tiempo pasa tan despacio...

Tendría que estar estudiando pues el lunes tengo un examen que ya suspendí y el tiempo fluye lento, tanto que no puedo parar de pensar y el ruido que llega de la calle parece casi ensordecedor y cuando no es esto es la tele en el salón, el vecino del cuarto...

Entre estas cosas me he acordado de una película que vi en el festivalito: Four Eyed Monsters, una película que me encantó y que estaba intentando bajarme y parece no estar en la mula... (¡oh siniestros y obscuros hados!) Busca que te busca he descubierto que tienen una página muy chula, están en myspace y se dedican a colgar una especie de videoblog que los seguidores del mismo pueden replicar vía video también, y me ha parecido genial.

La película es muy artística, recuerda un poco a Me and you and everyone we know, trata de amor y todo es muy bonito, en la banda sonora cae Oh Mandy sin ir mas lejos y ellos son muy guapos, el amor les rezuma (o no). Anda que no me había ni intentado bajar la de Miranda July hasta hoy, y dándole vueltas son de las películas que recientemente más me han conmovido.

Todo esto viene de una conversación que mantuve el otro día sobre películas favoritas a lo que no supe bien que responder, hay situaciones en las que la lengua o el cerebro se funden formando una masa inútil de emplear, y ante mi falta de argumentos se concluyó mi adhesión a los intelectuales del rollo cinéfilo, ¡y eso si que no!

Correr corro, el problema es que ellos corren más (más deprisa)

A veces somos visionarios, en el video del otro día Gianna Nanini dice que no entiende nada (me di cuenta después de ponerlo) y me siento completamente identificado, es mi estado normal: vivo en el extrañamiento total.

Ahora Maximo Park, me atrae la certeza de la pérdida, inminente o consumada, y la imagen de irrealidad onírica que da la imagen tan cuidada contrapuesta al histrionismo de Paul Smith.